El parpadeo es el cierre y apertura rápida de los párpados.
Pero según los médicos, los cambios en la cantidad de pestañeos podrían ser un signo de problemas de salud subyacentes graves.
Parpadear demasiado o, en algunos casos, muy poco, puede ser una señal reveladora de que tiene cualquiera de una serie de problemas de salud, desde simples alergias hasta afecciones más graves, como trastornos autoinmunes e incluso párkinson.
La frecuencia con la que parpadeamos está influenciada por la cantidad de dopamina en nuestro cerebro.
Cuanta menos dopamina, menos frecuentemente parpadeamos y más nos concentramos en un solo tema.
En las personas con párkinson, algunas de las células nerviosas que producen dopamina han dejado de funcionar y, por lo tanto, no tienen suficiente sustancia química en el cerebro.
Esta falta de dopamina puede provocar síntomas como parpadeo más lento y manos temblorosas.
El ritmo normal de parpadeo puede verse frenado por otras afecciones neurológicas además del párkinson, como un derrame cerebral.
Esto puede deberse a un daño a los nervios del párpado, la cara o los músculos cercanos causado por un derrame cerebral.
Se ha observado un parpadeo más lento en algunos deportistas que han sufrido lesiones en la cabeza, además de problemas para concentrarse.
Si bien muchas enfermedades pueden incluir un parpadeo lento entre sus síntomas, un parpadeo más rápido también puede ser un indicador.
El parpadeo excesivo puede ser una señal de que tu cuerpo está intentando compensar la sequedad ocular.
El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune que provoca sequedad generalizada de partes del cuerpo que producen líquidos, como lágrimas y saliva.
Los ojos secos causados por esta afección pueden sentirse irritados, lo que provoca un aumento del parpadeo.
Normalmente, el cuerpo reacciona a la presencia de un alérgeno liberando histamina en los ojos, lo que hace que los vasos sanguíneos del ojo se estiren y se agranden.
Esto puede hacer que los ojos se enrojezcan y sientan picazón, provocando ardor.
Una característica del síndrome de Tourette son los tics motores, movimientos repentinos e incontrolables.
Un tic común entre las personas con esta afección es el parpadeo frecuente.
Una teoría es que el síndrome está relacionado con problemas en una parte del cerebro llamada ganglios basales.
En las personas que padecen el síndrome de Tourette, los ganglios basales fallan, lo que provoca tics.