La persona que posee un arma tiene el deber de guardarla en un sitio donde haya una máxima seguridad, por ejemplo, si se posee un rifle se tiene que guardar en un depósito de seguridad o en la empresa destina a la protección.
Hay que recordar que solamente se debe utilizar el armamento en el lugar aprobado, más no en otros lugares no autorizados.
Al momento de llevarlas fuera de los sitios aprobados, se le debe colocar el seguro.
Cuando el tirador porte el arma debe tener buenas condiciones físicas y psicológicas, es decir está obligado a no ingerir alcohol, cualquier tipo de drogas o cargar sonidos como auriculares mientras use el dispositivo.
Todo esto se encuentra descrito en el Reglamento de Armas.
Si la persona no tiene el conocimiento de cómo utilizar el armamento, entonces es mejor que no lo emplee.
Para esto es importante obtener el permiso de armas correspondiente.
Se debe revisar que el arma se encuentre descargada cuando no se vaya a ejecutar los disparos.
Antes de dispararla hay que estar seguros de que se encuentre en buen estado.
Es importante conocer el funcionamiento correcto de las armas.
Si hay individuos cercas, es mejor extraer los proyectiles.
Tomar el arma de fuego por otras partes que no sea por la zona donde se encuentre el gatillo.
El tirador debe estar consiente hacia donde va a tirar el proyectil, pues si no está seguro del blanco es mejor no disparar.
Evitar disparar directamente a árboles o a la naturaleza.
Cuando se pase un obstáculo se debe cuidar de descargar el armamento.
No se debe tirar en áreas no autorizadas, se tiene que permanecer allí hasta que se culmine con la cacería.
Limpiarla con los utensilios adecuados, cuando está descargada y en un espacio alejado del resto de las personas.
Conservar el fusil en un sitio donde no pueda entrar otros individuos.
Si hay niños cerca, hay que cerciorarse que no puedan acceder a ellas.