Comienza con ejercicios cardiovasculares suaves, como caminar o trotar ligero durante al menos 5 minutos.
Esto nos ayudará a aumentar gradualmente la frecuencia cardíaca y la circulación sanguínea.
Después, haz ejercicios dinámicos que involucren la movilidad articular, como las sentadillas, y la muscular, dependiendo de la actividad física que vayas a realizar.
En lo posible, realiza un calentamiento específico para el deporte que vas a practicar.
Por ejemplo, si vas a jugar fútbol, haz algunos ejercicios de calentamiento de esta disciplina, como practicar pases y tiros al arco; si vas a correr puedes hacer carreras suaves y saltos para así, calentar los músculos de las piernas.
No olvides que un buen calentamiento no te deja cansado antes de realizar cualquier actividad física, debe ser moderado, rápido y sencillo de ejecutar.
Un estudio publicado en el Journal of Strength and Conditioning Research encontró que el calentamiento puede mejorar el rendimiento en carreras de 5 kilómetros.
Otro estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine encontró que el calentamiento adecuado antes de entrenar puede reducir el riesgo de lesiones en los músculos y las articulaciones.
Varios estudios han demostrado que quienes realizan una buena rutina antes y después de hacer ejercicio tienen una mayor capacidad para desarrollar fuerza, resistencia y velocidad en comparación con aquellos que no lo hacen.