Correr bajo la lluvia es agradable, relajante y romántico. No corras durante los temporales, está bien y es agradable correr bajo la lluvia, pero cuando un aguacero se convierte en una tormenta eléctrica, es mejor quedarse en casa. Sentir las gotas en la cara es una gran sensación, pero una simple gorra con visera puede convertirse en tu mejor amigo durante un entrenamiento bajo la lluvia. Vestirse demasiado es uno de los grandes errores que cometen los corredores cuando salen a correr bajo la lluvia. Si hace calor, una camiseta normal o sin mangas puede ser más que suficiente. Usa solo ropa de lluvia transpirable que no atrape la humedad y el calor. Ponte las zapatillas más adecuadas, si tienes varios pares de zapatillas, intenta usar las que tengan mejor agarre. Las que son demasiado nuevas o están demasiado usadas, incluso sobre asfalto, tienden a resbalar. La fricción puede darse durante cualquier carrera, pero podría ser bastante peor cuando se corre mojado por la lluvia. Si planeas correr durante mucho tiempo, usa cremas como la vaselina en las partes del cuerpo que normalmente te causan problemas. A medida que la lluvia se vuelve persistente y te mojas más, todo empieza a darte igual y quizá pises algún charco, algo que puede resultar desagradable y peligroso. Correr con los pies un poco mojados por la lluvia o empapados por meterse en un charco son dos cosas diferentes. Es posible que aún sientas tu cuerpo caliente al terminar de correr, aunque esté lloviendo torrencialmente, pero para no bajar demasiado la temperatura del cuerpo y correr el riesgo de hipotermia, lo mejor es secarse y cambiarse la ropa que llevas puesta inmediatamente. La parte más difícil son solo los primeros cinco minutos, una vez que hayas calentado, no querrás parar.