Puedes probar las siguientes técnicas: Cambiar la mentalidad. Piensa en positivo y desarrolla el habla positiva contigo mismo.
Para ayudar a mantener las ideas negativas alejadas, repítete a ti mismo frases como las siguientes: "aprendo de mis errores", "controlo lo que siento", "¡puedo hacer este gol!".
También puedes tratar de "verte" teniendo éxito.
Cierra los ojos e imagina cómo haces un gran pase, un buen tiro o un gol.
Piensa en tus mejores habilidades en lugar de concentrarte en la que más te preocupa.
Si sientes demasiada presión por parte de tus padres o entrenadores, concéntrate en otra cosa.
En lugar de pensar en ganar, simplemente da lo mejor de ti.
Intenta hacer una cosa un poco mejor que la última vez.
Nunca te olvides de autoelogiarte cuando lo hagas.
Haz ejercicios de relajación.
Si estás estresado durante el entrenamiento o antes de un partido, son muchas las cosas que puedes hacer para sentir más calma.
Prueba los ejercicios de conciencia plena, que te ayudan a concentrarte en lo que estás haciendo ahora en lugar del pasado o el futuro.
Busca 5 cosas que veas, 4 cosas que escuches, 3 cosas que sientas, 2 cosas que toques y 1 cosa a la que le estés sintiendo el sabor.
Otros ejercicios pueden ayudarte a concentrarte en tu cuerpo.
Inspira profundamente por la nariz y contén el aire durante 5 segundos; después, suelta el aire lentamente a través de la boca.
Repítelo 5 veces.
También puedes probar de contraer un grupo de músculos durante aproximadamente 5 segundos y después relajarlos.
Haz esto 5 veces, después pasa a otros músculos, como los hombros, las manos, las piernas y el estómago.
Cuida de ti mismo.
Para mantener los niveles de estrés bajos durante la temporada deportiva (y cuando no estés jugando) cuídate bien.
Come bien y duerme lo suficiente, sobre todo antes de los partidos.
Intenta ajustarte a una rutina, pero haz algo divertido y relajante cada tanto.
Sal a dar un paseo, monta en bicicleta, mira una película o pasa tiempo con tus amigos.