Lo mejor y más rápida manera de relajarse en medio de una crisis de estrés o ansiedad es levantarse y ponerse a andar cinco minutos, solo. De esta forma verás la situación desde fuera y podrás relajarte por el hecho de estar en soledad prestando atención pero al mismo tiempo reflexionando sobre el problema.
Simplemente basta con hacer una serie de respiraciones profundas y lentas desde la zona del estómago, notando cómo va pasando el aire.
El nivel de estrés puede bajar considerablemente después de unos minutos evadiendo la mente y pensando cosas agradables e imaginándonos en una situación idílica en nuestro lugar de vacaciones preferido o junto a esa persona que tan bien nos hace sentir.
Autotransportarse a una realidad paralela ayuda a bajar la tensión.
Respirar hondo y prestar atención a lo que pasa a nuestro alrededor pero sin fijarse en nada concreto.
Con este simple ejercicio se mantiene la ansiedad y los nervios a raya.
Cuando ya son muchas las horas en la oficina o los problemas se acumulan en la cabeza, una manera de olvidarse de todo y relajarse en un santiamén es contando al revés.
Del diez al uno y del uno al diez de nuevo, muy despacio, fijando cada número en la mente.
Al reir el cerebro libera de endorfinas lo que nos da sensación de bienestar.
Además de liberarte de los nervios y el estrés harás la vida de los que te rodean también más agradable si compartes con ellos los motivos de tus risas.
Sólo hay que focalizar la atención en los músculos de los pies, tensionarlos todo lo posible y relajarlos.
Así con cada músculo del cuerpo.
Las propiedades antioxidantes del té verde son de sobra conocidas pero también su capacidad para disminuir la agresividad gracias a la L-taenina.
Masticar chicle es una gran ayuda para liberar estrés y sobrellevar los nervios ya que al masticar se reduce el nivel de cortisol, una de las hormonas que generan estrés.
Un platano puede ser un gran aliado porque ayuda a bajar la tensión gracias al potasio.
También un poco de miel, que, además de ser un gran antibiótico, ayuda a aportar azúcares buenos al organismo y evitar que el cerebro genere adrenalina y el cortisol, las hormonas del estrés.
Las plantas son grandes aliadas para calmar los ánimos así lo reflejaba un estudio de la Universidad de Washington State, según el cual pusieron a un grupo de personas con altos niveles de estrés en una habitación llena de plantas y, al rato, su tensión arterial había disminuido.
Riega una planta.
Apagar el ordenador, o aunque solo sea el monitor en la oficina, durante unos minutos ayuda a recuperar la sensación de libertad pero sobre todo en las horas anteriores a irse a dormir.
Utilizar ordenador más allá de una hora antes de acostarse, y especialmente leer el correo electrónico, no permite desconectar de los problemas diarios y se llevará el estrés a la cama.
Al escuchar esa canción especial se activa la dopamina, que suministra sentimientos de gozo y refuerzo.
Escuchar música.
Tomarse un tentempié ayuda a combatir el estrés pero hay que tomárselo en un lugar tranquilo, saboreándolo y siendo conscientes de su sabor, de los sonidos y las sensaciones que produce al comerlo.
Levántate, ve al baño o a la fuente de agua más cercana y mójate la parte de atrás de las muñecas y detrás de las orejas para obtener una relajante sensación de frescor.