Ante cualquier manipulación del arma, es necesario asegurarse de que ésta esté descargada y justo ahí en esa manipulación, se hace imprescindible contar con una zona fría que, en el caso de que con la manipulación el arma se dispare, el proyectil quede atrapado en dicha zona, evitando así traspasar paredes, rebotes y lo que es peor un accidente mucho más grave.
Para familiarizarse con las armas es conveniente practicar de forma habitual en las galerías de tiro.
No obstante, hay que tener en cuenta que también se manipulan las armas en los armeros, en los vestuarios, en las antesalas a las galerías, en los talleres, en las Intervenciones de Armas, etc, y lo correcto sería que se manipularan siempre dentro de un módulo de seguridad, también llamado ZONA FRÍA.
Para reducir los riesgos de accidente en la manipulación, es conveniente contar con espacios denominados como “Zona Fría”, cerca de estos lugares antes mencionados.
El módulo de seguridad o “zona fría” se suministra de forma estándar con pies priamidales fijos de 525 mm de altura, para colocarla en un espacio libre.
Las paredes del módulo de seguridad están cubiertas con material anti-rebote Regupol de 40mm de grosor, de modo que un disparo accidental, queda absorbido por el material anti-rebote, parado por el metal y garantizado así que no vuelva hacia el usuario en ningún caso.