El parpadeo excesivo en adultos puede ser causado por una variedad de factores que van desde razones benignas y temporales hasta condiciones médicas más serias. Condiciones que van desde tener el ojo seco, lo que conlleva sufrir irritación ocular, hasta el padecimiento de alergias al polen, polvo o al pelo de las mascotas, producen síntomas como picazón, enrojecimiento y, por supuesto, parpadeo excesivo. La blefaritis, es decir, la inflamación de los párpados, también suele ser una causa común, así como el estrés y la ansiedad, estados emocionales que pueden desencadenar tics nerviosos, incluyendo el parpadeo en exceso.
Además, hay factores ambientales que repercuten de manera directa en tus ojos. Es normal que una iluminación intensa o la exposición prolongada a luces brillantes te provoquen parpadeos frecuentes como mecanismo de protección ocular. El aire seco o contaminado, el polvo o el humo pueden irritar tus ojos y hacerte parpadear más de la cuenta. Por último, la fatiga ocular debida al uso prolongado de dispositivos digitales o a actividades que requieren un enfoque visual cercano suele dar lugar a un parpadeo frecuente.
El parpadeo excesivo en adultos puede ser debido a una gran variedad de factores que van desde la fatiga ocular hasta enfermedades autoinmunes o neurológicas, pasando por reacciones a factores externos o a causas emocionales. Enfermedades oculares como la blefaritis, ojo seco, conjuntivitis, enfermedades neurológicas como la distonía blefaroespasmo, síndrome de Tourette, enfermedad de Parkinson, trastornos del movimiento como la distonía cervical, y enfermedades autoinmunes como el síndrome de Sjögren y el lupus eritematoso sistémico pueden presentar parpadeo excesivo como uno de sus síntomas.