La carga rápida no es la mejor aliada de tu batería, pues supone un estrés para la célula y los componentes que la acompañan.
Los sistemas de carga rápida nos permiten recargar un gran porcentaje de la batería en pocos minutos, pero esto no siempre es necesario.
Lo más probable es que cuando cargues tu dispositivo te dé igual cuánto tarda.
En este caso un sistema de carga lenta es mejor para cuidar la vida útil de la batería.
Degrada menos las células internas, no somete la batería a estrés y tampoco calienta tanto los componentes internos.
No es malo utilizar esta carga de vez en cuando, pero si lo haces todos los días de la vida del smartphone la batería puede reducir considerablemente su vida útil.
El problema de los móviles actuales es que llegan con sistemas de carga rápida de 30, 40 o incluso 60 W.
Si utilizas el cargador que viene en la caja, que por lo general da la potencia anunciada como máxima, no hay forma cargar a más lento o no utilizar la carga rápida.
La clave para no cargar tu dispositivo siempre utilizando la carga rápida es cambiar de cargador.
Sí, como lo lees, debes comprar otro cargador más lento con una potencia de salida menor y que la carga sea más lenta cuando lo utilizas.
La buena noticia es que no será muy caro, pues son ‘poco sofisticados’: simplemente cargan lento.
Utilizar un cargador de una marca diferente no es un problema, eso sí, asegúrate de que es de calidad.
Si tu móvil es Samsung puedes comprar un cargador Samsung que sea lento.
¿Cómo sabes si es lento?
Echa un vistazo a las características y fíjate, de nuevo, en la potencia de salida.
Lo mejor es que optes por un cargador 5V – 2A (10W) o 5V – 1.5A (7.5W).
También puedes buscar directamente cargadores de 10W, 7.5W o 5W.
Pero importante, que sean de calidad.