Pausas y descansos es uno de los primeros trucos que debes adoptar para estudiar mejor, no memorizar durante horas, ya que la mente se cansa si hacemos largas jornadas y baja nuestro rendimiento. Lo ideal es hacer algo de ejercicio, andar, salir a dar una vuelta, por ejemplo, y así desconectar para volver a conectar donde lo habíamos dejado. Debes encontrar tu espacio ideal, que invite a la calma, a la quietud, con luz natural, sin ruidos, ordenado, el perfecto para ti. En el momento del estudio, hay que desconectar todas aquellas cosas que nos pueden distraer, como el móvil, la televisión, la Tablet, el WhatsApp… solo debes responder a las llamadas que sean urgentes. Necesitas planificar: qué estudiarás primero, de qué forma, ¿tienes toda la información?… todo esto se hace una montaña, necesitas un calendario, con un horario de estudio y unos objetivos fijados. Es una de las reglas esenciales para estudiar y para mejorar la concentración, dormir una media de 8 horas para estar fresco y poder concentrarte mejor. Comer de forma sana y natural durante los días de estudio, alimentos ricos en vitamina A, B, C y D, además de los ácidos grasos, como el Omega-3 y Omega-6, también necesitas minerales y vitaminas. Practicar la meditación y relax, frente al estrés, nada mejor que dejar la mente en blanco y relajarse, va muy bien hacerlo antes de estudiar. La clave está en entrenar la mente, hay muchos sistemas que permiten memorizar mejor, debes encontrar el tuyo, estas son las técnicas más aplicadas: ejercicios de memoria fotográfica con colores en los textos, memorizar a base de canciones, subrayando lo importante, ejercicios de cadenas de palabras, etc.