Para conseguir que las gafas estén bien sujetas y adaptadas, es importante elegir una montura que se adecue al rostro y tamaño de cabeza, orejas y nariz. Además, es fundamental que cuando se recojan en la óptica, comprobar que se ajustan bien antes de llegar a casa. Un truco para que las gafas no vuelvan a resbalarse es utilizar los "topes de patilla", que tienen una pequeña ranura por la que introducir la patilla de la gafa y que envuelven la parte trasera de la oreja ajustando bien la gafa y evitando que se caiga o se resbale. Para evitar que las gafas se resbalen y se caigan es importante evitar que las lentes se desajusten, no ponerse las gafas encima de la cabeza, quitarse y ponerse las gafas con las dos manos, evitar quedarse dormido con ellas puestas, cuando se limpien las gafas, sujetar la gafa por el mismo aro que se está limpiando y guardarlas en su funda cuando no se estén usando.