Lo primero que debemos conocer son los seis principales grupos musculares que las personas entrenan: el pecho, los hombros, la espalda, los brazos, los abdominales y las piernas. Cada grupo tiene distintos músculos individuales, como los bíceps, los glúteos o los dorsales, en los que podemos hacer más o menos énfasis según nuestros propios objetivos. La realidad es que hay pocos ejercicios que sean capaces de aislar por completo un músculo. Entre los aficionados al gimnasio, hay personas que prefieren agrupar aquellos grupos musculares que están cerca el uno del otro, como los brazos y los hombros, porque habrá ejercicios que trabajen ambos. Si quisiéramos hacer dos entrenos a la semana, lo más adecuado sería hacer una que incluyese piernas, espalda y abdomen y otra, para pecho, brazos y hombros. Si quisiéramos entrenar tres días por semana, deberíamos organizarnos así: Primer entreno: pecho y hombros. Segundo entreno: piernas. Tercer entreno: espalda, abdominales y brazos. No tenemos por qué hacer ejercicios aislados de cada músculo, porque habrá ejercicios compuestos en nuestra rutina que trabajen varios al mismo tiempo, como el peso muerto, las sentadillas, las flexiones o el remo.