La velocidad de ejecución es una de las variables del entrenamiento clave para el rendimiento y obtener los resultados que esperamos durante nuestra práctica deportiva. La velocidad de ejecución es el tiempo en tensión durante la ejecución de cada repetición en un ejercicio determinado. La relación entre la velocidad de ejecución y el entrenamiento es muy estrecha, entendamos además que se liga al propio reclutamiento de fibras musculares.
Si movilizas lento, en un principio reclutarías fibras más lentas, y si lo movilizas a una velocidad máxima reclutarías fibras más rápidas.
Este reclutamiento va a depender de la capacidad intrínseca de tu sistema nervioso de generar intensidad de impulso nervioso motor y este, se verá obligado a generar el suficiente impulso según la carga y la intención o velocidad a la que queramos movilizarla.
Cuando entendemos esto, podríamos simplificar las manifestaciones que encontrarás en el entrenamiento relacionadas con la velocidad de ejecución en: Velocidad máxima – cuando queremos generar la máxima velocidad posible, ante una carga que podemos dominar.
La velocidad máxima y la potencia, suelen estar ligados a entrenamiento muy reactivos, con cargas más moderadas que se pueden controlar, con un objetivo claro de rendimiento y mejora del sistema nervioso y el sistema muscular.
Y cuando hablamos ya de resistencia de potencia o de fuerza, son velocidades casi máximas, para poder sostener las repeticiones en el tiempo.