La lista de verificación o checklist no es más que una herramienta diseñada específicamente para las tripulaciones, cuyo objetivo es reducir al máximo cualquier error humano. Un avión contiene numerosos procedimientos, sistemas, mecanismos…, y su funcionamiento debe descansar, por una parte, en las personas que lo tripulan, pero por otra lo hace también en los dispositivos y protocolos estandarizados para que un potencial error u olvido humanos no tenga consecuencias. Dicho de otro modo, la checklist es un estándar orientado a asegurar que cada tarea se ha realizado, y lo hace de forma exhaustiva, tal y como establece la propia OACI.
La checklist busca aumentar la seguridad de cualquier proceso. En las primeras, el principal objetivo es ayudar a la tripulación a configurar y comprobar todos los sistemas de la aeronave. Lo hace facilitando la coordinación de tareas para que sea lógica y proporcional, permitiendo la mutua observación el intercambio de información de todos los miembros del personal y proporcionando secuencias para verificar los paneles del puesto de piloto y para satisfacer los requisitos operacionales del puesto, tanto internos como externos.
Una checklist debe cumplir una serie de requisitos que apelan al sentido común: Un orden lógico. Cada lista de cada procedimiento debe tener un orden y no otro dentro de los elementos que se verifican, ya que hay sistemas que dependen de otros. Las respuestas a cada elemento verificado deben ser lo más específicas posible, para no dar lugar a ambigüedades. Tienen que corresponderse con fases concretas del vuelo, y ser las justas: ni pocas, ni demasiadas. Hay sistemas automáticos que verifican partes del protocolo, lo que justifica que elementos de las mismas queden fuera. Tiene que ser inteligible, es decir, que se pueda comprobar de un vistazo.