La desconfianza puede surgir de diferentes fuentes, y conocer su origen es un primer paso fundamental para poder sanarla. Una de las principales razones por las que no confío en mi pareja es por una infidelidad pasada o incluso sospechas infundadas de que puede estar ocurriendo. La traición de la confianza por una infidelidad puede dejar cicatrices profundas en la relación. A veces, la falta de confianza en la pareja no se debe a una infidelidad directa, sino a otros comportamientos que generan dudas, como la falta de transparencia, mentiras o actitudes evasivas. Si tu pareja tiene un historial de ocultar cosas o actuar de manera que te haga sentir inseguro, es natural que surjan dudas. La falta de confianza en la pareja también puede originarse de la mala comunicación. Si las conversaciones importantes no se manejan de manera abierta y honesta, se pueden generar malentendidos que alimentan la desconfianza. No siempre la desconfianza tiene que ver con la pareja en sí misma. A veces, la falta de confianza viene de inseguridades personales o miedos internos. Si tienes miedo al abandono, a ser lastimado o a la traición, estos temores pueden proyectarse en tu relación.