Este ejercicio es fácil, corta y se puede aplicar en cualquier lugar, en la calle, en un examen, con gente, donde quiera. Practíquela en casa varias veces y cuando la conozca, la aplicará casi sin pensarlo. Cuando note que empieza a estresarse, ya es el momento de empezar a aplicarla. Ha de hacer tres respiraciones cortas y después una larga con relajación muscular. Coja aire por la nariz y expúlselo. Repítalo tres veces seguidas. Ahora coja aire hondo, llene los pulmones hasta abajo, hasta el abdomen, y expúlselo lentamente también por la nariz. Mientras expulsa el aire de la respiración larga, notará cómo se sueltan sus mandíbulas y se relajan sus músculos, empezando por los hombros hasta los pies.
Póngase ropa holgada y música relajante a bajo volumen. Túmbese en el suelo, sobre una colchoneta o una manta. Cierre los ojos. Observe su respiración, que se enlentece, su pecho que sube y baja y la respiración cada vez es más fácil, más suave. Permanezca así unos 3-5 minutos.
Disminuye la tensión muscular, la cual puede causar sensaciones corporales molestas como dolor de cabeza o de espalda. Disminuye el cansancio que se produce cuando se está tenso. Disminuye las preocupaciones.