Programa una parte de tu tiempo para el entrenamiento mental es fundamental.
Cuando la carrera está a punto de empezar tenemos que preparar nuestro cuerpo y nuestra mente para las exigencias de la competición.
Con el calentamiento físico, nos preparamos para el esfuerzo.
Pero es muy importante prepararnos a nivel mental.
El deportista suele tener más tiempo libre los días previos a la competición porque disminuye la frecuencia y duración de los entrenos.
Potencia todavía más la activación y los pensamientos en bucle sobre la competición.
Al igual que es necesario dedicar tiempo de entrenamiento para que los deportistas adquiramos y perfeccionemos habilidades físicas y técnicas, también lo es asignar un tiempo para aprender las habilidades psicológicas que pueden ayudarnos a optimizar nuestras posibilidades de rendimiento.
El primer paso para beneficiarte del poder de tus pensamientos es ser más consciente de los que usas y de cuándo los usas.
De esta manera, podrás neutralizar los pensamientos negativos o desgastantes y sustituirlos por otros motivadores que te enfoquen en conseguir tus metas.
La motivación es el motor del deportista.
Recordar porque estamos a punto de realizar este esfuerzo.
Pensar en nuestros inicios y evaluar hasta donde hemos llegado.
Redescubrir el placer del deporte que practicamos y disfrutarlo.
Será así como conseguiremos tener la mente más calmada y mejorar nuestro rendimiento.
La competición nos provoca dudas sobre nuestro potencial que se transmiten en subestimación y ansiedad.
Influyendo negativamente en la rapidez de reacción y en la ejecución motora.
Sin control emocional no podremos llegar a ser deportistas de alto nivel.
El desarrollo de ejercicios de entrenamiento mental para controlar las emociones o las dudas, puede ser la clave del éxito.
Es preciso enseñar a los deportistas a identificar las fuentes de estrés.
Aplicar técnicas de relajación para controlar la ansiedad y regular los niveles de activación, mejorarán rendimiento.
Cuando uno pierde el control de sus emociones, la concentración sufre de inmediato.
Todas las acciones, incluso la más sencilla o la más intuitiva, exigen concentración.
Nuestra atención debe estar siempre fijada en las tareas relevantes del momento, en la situación actual.
Entrena tu mente para fijarse en las acciones que realizar en el momento.
Evita pensar en temas ajenos en la competición.
Una técnica es focalizarse en la respiración.
Planificar la carrera, estudiar el recorrido o la dosificación de las fuerzas.
La visualización es básicamente proyectar la competición en tu mente de manera detallada.
Así podrás descubrir por adelantado tus puntos débiles.
En la actualidad, la visualización como estrategia esta ampliamente documentada como una de las técnicas más eficaces para ayudar a todo tipo de atletas a alcanzar el éxito.
El auto diálogo positivo nos animará y nos impedirá a pensar negativamente.
Muchos deportistas eligen cuidadosamente el dialogo interno que utilizar durante la competición para rendir de forma óptima.
Hoy en día nadie duda de que las habilidades mentales influyen de forma importante en el rendimiento deportivo.
Pero, ¿cuánto tiempo le dedicamos al entrenamiento de las habilidades psicológicas?
La falta de conocimiento, malentendidos relacionados con las habilidades psicológicas o la falta de tiempo son algunas de las razones de esta incongruencia.
Entrena tu mente para ser más fuerte con los pensamientos que se nos pasan por la cabeza.
Los signos más evidentes de fuerza mental son la consistencia y una habilidad estable.
Cada vez son más lo profesionales del deporte que se muestran interesados en incorporar en sus entrenos técnicas psicológicas.
Pon en práctica este artículo y deja que la fuerza mental te conduzca al éxito.