La deficiencia de yodo es una de las principales causas de los trastornos de tiroides.
La principal estrategia, consistente en la yodación universal de la sal, ha tenido éxito.
La carencia de yodo constituye una importante causa de problemas de desarrollo mental en los niños.
El yodo es importante para la producción de hormonas tiroideas, por lo que su deficiencia puede provocar problemas de tiroides.
La ingesta suficiente de yodo anularía la influencia de la goitrina en la tiroides.
Los alimentos que puedes incluir en tu dieta para incorporar yodo son: huevos, acelga, calabaza, semillas de sésamo, mariscos, almejas, mejillones o atún.
Mejillones y mariscos contienen altos niveles de yodo.
El atún es uno de los pescados que contiene un alto porcentaje de omega 3.
Los ácidos grasos Omega 3 son los responsables de impulsar el metabolismo, aumentar la circulación sanguínea y ayudar a reducir la inflamación que causa la lenta función tiroidea.
El selenio es un potente antioxidante celular que interviene en la formación de la hormona tiroidea y protege a la glándula tiroides de los daños de los llamados radicales libres.
Puedes incluir los siguientes alimentos en tu dieta para aumentar el aporte de selenio: setas, ajo, cebolla, semillas de girasol o sésamo, huevos y germen de trigo.
El hierro forma parte del mecanismo que transporta las hormonas tiroideas dentro de las células, por lo que, si se tiene niveles bajos de este mineral, se pueden padecer síntomas de hipotiroidismo.
Las lentejas, garbanzos, arroz integral, almendras, semillas de girasol, hígado, sardinas, yemas de huevo y espinacas son opciones ricas en hierro.
Para obtener yodo de manera natural puedes elegir entre diferentes opciones: huevos, acelga, calabaza, semillas de sésamo, mariscos, almejas, mejillones o atún.
Los alimentos que contienen sustancias que ayudan a regular la función de la tiroides pueden ayudarte.
Una dieta saludable y adecuada te ayudará a lidiar con la afección tiroidea.