La hormona del crecimiento es secretada por la pituitaria y es la que estimula el crecimiento, ayudando a mantener los tejidos y los órganos, a que los huesos y los músculos crezcan y se desarrollen con normalidad, y a controlar el nivel de glucosa y lípidos del cuerpo. Es a partir de los 25 años, aproximadamente, cuando la producción de esta hormona empieza a descender poco a poco activando el proceso de envejecimiento. Y entre los 40 y 60 años desciende de forma más acelerada. La hormona del crecimiento activa las funciones celulares para que el tejido de la piel esté compuesto por células jóvenes, más fuertes y resistentes. La hormona de crecimiento (GH por sus siglas en inglés) es la que estimula el crecimiento, ayudando a mantener los tejidos y los órganos, a que los huesos y los músculos crezcan y se desarrollen con normalidad, y a controlar el nivel de glucosa y lípidos del cuerpo. La hormona se segrega sobre todo en unas fases concretas del sueño, cuando todo nuestro organismo está en la fase de relajación profunda, como 20 minutos después de haber comenzado el ciclo del sueño. La hormona del crecimiento es la que ayuda a que los tejidos se recuperen y también la piel.