La prueba de rodizonato de sodio conocida científicamente como Harrison Gilroy, es un método empleado en delitos relacionados con detonaciones de armas de fuego. La prueba de rodizonato de sodio es la más utilizada en México y se basa en detectar bario y plomo en las manos de quien disparó un arma de fuego mediante el rodizonato. Cuando una persona detona una pistola, ésta expulsa gases compuestos por diversos elementos químicos y metálicos, relacionados con la pólvora, la cual se pueden identificar como una huella en la escena del crimen. La manera en las que las autoridades pueden descubrir estos elementos es a través de la prueba de Harrison Gilroy, la cual, por medio del método rodizonato de sodio, se puede detectar la presencia de bario y plomo, “metales pesados” expulsados cuando alguien detona un arma de fuego. El uso de la prueba de rodizonato de sodio se remonta a 1951, sin embargo, es el mismo Harrison Gillroy quien la modificó para detectar además de plomo y bario, antimonio en las escenas del crimen en 1959. La prueba de rodizonato de sodio es la más utilizada en México y una de las más eficaces para determinar si una persona detonó una arma de fuego.