Este periodo debe durar 3 semanas, las 2 primeras de carga, la tercera de reducción de trabajo, para incorporarse descansado, pero preparado, a la disciplina de equipo.
Y por lo tanto el deportista debe DESCANSAR durante 3-4 semanas, no más, antes de iniciar la pre-pretemporada.
No hacerlo puede llevarnos a empezar el trabajo preparatorio para la temporada siguiente con sobrecargas innecesarias.
Además, psicologicamente también es interesante olvidarse del entrenamiento durante un tiempo.
La pretemporada se caracteriza por una carga "concentrada" viniendo de un periodo de inactividad física.
Se somete al cuerpo a un estrés innecesario, o más bien contraproducente.
Es evidente que en los deportes de liga no se puede rendir al 100% en todos los partidos.
Eso no quiere decir que todo la carga de trabajo físico se concentre de manera importante durante la pretemporada.
Pero esto es harina de otro costal.
Centrémonos en el título del post.
Si existe la pretemporada y esta se caracteriza, como ya he comentado, por una carga "concentrada" viniendo de un periodo de inactividad física, preparémonos.
Nace la Pre-pretemporada.
Son muchos los deportistas que guiados por sus clubes o por su sentido común, llevan a cabo un trabajo preparatorio antes de incorporarse a la disciplina del equipo, es decir, realizan esa pre-pretemporada.
Desde mi punto de vista este periodo se debe caracterizar por:
- Realizar un trabajo de intensidad media-baja, con un componente aeróbico alto.
- No utilizar grandes aparatos ni equipamiento: parque y autocargas.
Para facilitar así que los deportistas vivan donde vivan, puedan hacer los "deberes".
- NO al trabajo "piscinero", el objetivo no es mirarse al espejo, es preparar al músculo y al sistema cardiorrespiratorio para el trabajo que tienen que desarrollar más adelante.
- No doblar sesión, es decir realizar únicamente una sesión al día, de entorno a las dos horas de entrenamiento.