Este concepto es muy amplio y ambiguo, pero solemos situar la pretemporada en periodos de entre 8 y 12 semanas, dependiendo del calendario y compromisos de cada corredor o equipo.
Podemos dividir la pretemporada en 2 bloques claros.
Nos gusta dividir la pretemporada en 2 periodos, ambos se caracterizan por una carga reducida y estímulos diferentes al resto de la temporada.
Un buen ejemplo sería ir andar, jugar al tenis, correr o ir a nadar.
El trabajo de base, a nivel aeróbico, el trabajo de fuerza y el trabajo de movilidad serán los protagonistas principales.
Donde acostumbraremos a nuestro cuerpo a trabajar a pulsaciones controladas y en definitiva a ser mas eficientes tanto a nivel biomecánico como energéticamente.
El trabajo de fuerza previo, pasando por todos los periodos en el siguiente orden: Adaptación anatómica, trabajo de hipertrofia y finalmente fuerza máxima.
El trabajo de movilidad es imprescindible para una practica eficiente y segura de todos los patrones de movimiento de nuestro cuerpo.
La movilidad ayudará a mejorar rangos de movimiento, por lo tanto, seremos mas eficientes y podremos aplicar mejor las fuerzas que somos capaces de producir.