Si te sientes realmente estresado o angustiado, sencillamente aléjate de todo lo que estés haciendo en ese momento y respira.
Si puedes, dirígete a un lugar tranquilo, aunque sea de la oficina, pon los pies en el suelo, cierra los ojos.
Toma una serie de respiraciones profundas mientras tu mente se tranquiliza.
No busques ningún pensamiento y deja que los pensamientos que vengan.
Simplemente no te entretengas en el ‘contenido’ de estos y déjalos que pasen…
y si te es imposible hacerlo, céntrate en contar las respiraciones profundas.
Estas inhalaciones y exhalaciones ayudaran a tu mente a reducir el ritmo cardíaco, a proveer de oxigeno tu cerebro y a bajar los niveles de ansiedad.
En pocos minutos conseguirás el efecto deseado.
Hay varias técnicas japonesas basadas en los puntos claves de acupresión de las manos.
Según estos ancestrales conocimientos, si se presiona en ciertos puntos podremos liberarnos de tensiones acumuladas y notar alivio de forma inmediata.
Una de ellas es simplemente envolver el dedo pulgar con la otra mano durante algunos minutos y de forma continuada.
Esta técnica, alivia el estrés, reduce la ansiedad y calma el nerviosismo.
Si te encuentras en un episodio de estrés, lo primero es pararte.
Cierra los ojos e imagínate haciendo lo que mas te apetezca.
La imaginación es el mas poderoso estimulo para generar de forma biológica la calma que necesita tu mente y tu cuerpo.
Así que utiliza esta técnica y en pocos minutos empezaras a sentir el bienestar.
Escucha música relajante, sonidos de la naturaleza o tu canción preferida es una opción genial y efectiva para aliviar el estrés y la tensión acumulada.
La música de alta vibración con frecuencia a 432hz. es también una poderosa herramienta si tu nivel de estrés es excesivamente elevado.
Unos 20 minutos no hace falta más…
Si tienes la sensación de sentirte ‘encerrado’ por pasar tanto tiempo en la oficina, tómate algunos minutos y da un paseo por la calle.
La idea, no obstante es no llevarte el trabajo a casa, sino de hacerlo con plena consciencia de desconexión…
Observa y siente… la luz, el aire fresco, la temperatura, estar en contacto con la naturaleza o salir ‘sin pensar’ te hará sentir muchísimo mejor.