Los simuladores de realidad virtual tienen aplicaciones muy interesantes en sectores tan diferentes como el deporte, el márketing, la industria o la sanidad. La alta gamificación que ofrecen estos sistemas también los hace ideales para mejorar el rendimiento deportivo, por lo que los usuarios pueden trasladarse a escenarios deportivos reales, como gimnasios o las calles de Nueva York para practicar running. Los simuladores también pueden recrear las calles de la Gran Manzana con fines turísticos, como subir a la Estatua de la Libertad, acampar en Central Park, visitar el Museo de Historia Natural, lo que permite a los usuarios ir a cualquier lugar del mundo. La capacidad de recrear cualquier entorno y situación hace a las plataformas de realidad virtual especialmente útiles en la formación de profesionales en multitud de ámbitos, como la formación de bomberos en situaciones reales de incendio, la generación de tests para mejorar la productividad de los trabajadores, o la recreación de un quirófano para realizar formación al personal de cirugía. Las plataformas de realidad virtual también permiten recrear situaciones de emergencia sanitaria, otro escenario difícil de recrear en el entorno físico, y se puede optimizar el trabajo dentro del sector industrial con herramientas de RV que ofrecen sistemas interactivos de gestión de almacén. Además, las plataformas de realidad virtual permiten al usuario desplazarse libremente por los pasillos del hipermercado, escoger los productos deseados y pagar los productos sin la necesidad de hacer colas, y son una herramienta ideal para que las empresas presenten sus nuevos productos a través de experiencias virtuales.