Las averías más comunes en los coches pueden variar según la marca, el modelo y la edad del vehículo, pero hay algunas que son bastante habituales en la mayoría de los automóviles.
Con el tiempo, las baterías pueden descargarse o fallar porque estas tienen una vida útil limitada.
El desgaste y los pinchazos son contratiempos que pueden afectar a los neumáticos.
Las pastillas de freno también se desgastan y como consecuencia se ve afectada la capacidad de frenado del vehículo.
Los fallos en el sistema de arranque o la batería, dan lugar a problemas al encender el motor.
Debes estar atento a estas fugas, puesto que tu motor se puede ver dañado, además del sistema de enfriamiento.
Cuando estos se dan en las bujías, cables de encendido o la bobina de encendido, el rendimiento de tu motor se verá afectado.
Los problemas en el sistema de escape, tales como tubos o silenciadores corroídos, pueden provocar ruido y pérdida de potencia en tu vehículo.
El deterioro de la transmisión o problemas en el nivel del fluido de esta pueden dar lugar a cambios inesperados en la forma en que el vehículo cambia de marcha, debes estar atento a estos cambios.
Estos problemas en fusibles que, por ejemplo, se han quemado, dan lugar a que no tengas ni visibilidad ni seguridad en la conducción.
Si tienes problemas con el aire acondicionado o la calefacción, el habitáculo de tu vehículo te será incómodo cuando el frío o el calor sean excesivos.
Si la dirección asistida de tu coche no funciona de manera adecuada te costará un mayor esfuerzo maniobrar con tu coche.
Cuando tu vehículo sufre este tipo de fallos, al igual que en los inyectores, en la bomba de combustible o el filtro de este, se ve afectado el suministro de gasolina al motor.
El desgaste de los componentes de la suspensión provoca una conducción incómoda y se reduce el control del vehículo.
Si no funcionan de forma adecuada, el sistema de emisión, el sensor de oxígeno o el convertidor catalítico, tu vehículo contamina más y notarás un menor rendimiento.
Que tu coche envejezca es inevitable y ello provoca que problemas estéticos, además de la oxidación de la pintura y corrosión en la carrocería.
Es esencial que realices un mantenimiento regular de tu vehículo para detectar las averías más comunes problemas en sus primeras etapas.
Debes estar atento a los indicios iniciales de los problemas mecánicos para mantener tu vehículo en perfectas condiciones y evitar gastos significativos en reparaciones cuando ya la reparación se vuelve más costosa.