El sobreentrenamiento se produce cuando la persona está haciendo un exceso de actividad física, o bien, si la carga de entrenamiento es la habitual pero no se está descansando o alimentándose como el cuerpo necesita.
El estrés, la ansiedad o los problemas del día a día también pueden ser causas del sobreentrenamiento, puesto que contribuyen a que no nos recuperemos después de la actividad física.
Muchas personas pecan de lanzarse a hacer deporte sin planificación, dando lo máximo de sí sesión tras sesión y de esta manera se cae fácilmente en el sobreentrenamiento.
Entre otros orígenes del problema encontramos un desequilibrio en la alimentación y en la hidratación.
Y es que por una parte, los nutrientes que ingerimos pueden facilitar la recuperación muscular, pero, por otra, si llevamos a cabo una actividad física intensa y una incorrecta hidratación, padeceremos una reducción del rendimiento y de las energías.