La visualización es una técnica muy utilizada en psicoterapia que se basa en la imaginación de escenas o situaciones agradables o relajantes para la propia persona para que la persona se visualice a sí misma dentro de ella.
En la mayor parte de los casos se trata de una visualización guiada, a través de las instrucciones dadas por un terapeuta experto.
Como acabamos de comentar, el objetivo de las técnicas de visualización no es sólo imaginar esas situaciones, sino precisamente que la persona sea capaz de verse a sí misma dentro de esas situaciones y, consecuentemente, poder experimentar esas sensaciones agradables que le produce imaginarse en esas escenas ahora mismo, en presente y en positivo.
Para conseguirlo, es importante estar concentrado y relajado/a previamente –de hecho, se requiere practicar técnicas de relajación antes y durante la práctica, siendo la técnica de visualización un perfecto complemento de éstas-, y centrarse en todos los detalles posibles, imaginarse una escena rica en elementos o características, sobre todo sensoriales, para conseguir una imagen mental dinámica, vívida y clara, de la forma más realista posible.
A mayor número de detalles, más realista será la escena, y más poder tendrá de evocarnos esas sensaciones que pretendemos conseguir.
Como resulta lógico, no sirve sólo con utilizar imágenes “estándar”, sino que es importante que cada persona elija su imagen, siendo única y particular.
Puede servirse inicialmente de una situación en la vida real, por supuesto, o realizar tantos cambios en ella como necesite; el objetivo es conseguir su imagen.
La visualización se puede entrenar y mejorar en cualquier persona con la práctica continua.