Los centros para menores son instituciones que asumen la responsabilidad de niños, niñas y jóvenes por un plazo determinado, tienen su tutela y están encargados de su cuidado y bienestar. De esos, 16.991 viven en centros de protección. La gran mayoría llegó a esas instalaciones de manera temporal, para protegerse de situaciones de abandono, maltrato, soledad o negligencia en los cuidados, pero muy pocos volverán con su familia biológica, de forma que, para muchos y muchas, las residencias serán lo más parecido a un hogar que tengan hasta que cumplan la mayoría de edad, que es cuando finaliza ese recurso de acogida que les brinda alojamiento, manutención, escolarización y atención sanitaria. Un centro de internamiento de menores infractores es un espacio acotado en el que los jóvenes cumplen una medida de privación de libertad, en aplicación de la Ley Orgánica 5/2000. Los centros de internamiento de menores infractores pueden ejecutar medidas judiciales de internamiento en régimen cerrado, semiabierto y abierto, internamiento terapéutico, así como de permanencia de fin de semana.