Algunos ejemplos incluyen el método tradicional, el aprendizaje basado en proyectos, el método Montessori y el uso de la tecnología educativa. El método tradicional o magistral, por un lado, ha sido uno de los más utilizados históricamente en la educación. El aprendizaje basado en proyectos (ABP), por un lado, es un enfoque que promueve la investigación activa y la resolución de problemas. El método Montessori, desarrollado por la doctora María Montessori, es una metodología centrada en el niño, donde el aprendizaje se da a través de la exploración y la autoeducación. El aprendizaje cooperativo es una estrategia educativa que, por un lado, se centra en la interacción entre los estudiantes. El aprendizaje activo se refiere a cualquier enfoque educativo en el que los estudiantes estén directamente involucrados en su proceso de aprendizaje, a través de actividades como debates, simulaciones, juegos didácticos, experimentos y trabajos en grupo. El aprendizaje basado en competencias se centra en el desarrollo de habilidades y capacidades específicas que los estudiantes necesitarán en su vida diaria y futura.