Métodos de enseñanza hay muchos y variados y para que sea eficiente debe adaptarse tanto al contenido que estamos enseñando como al alumno en particular. Es decir, no todos los métodos sirven para todos los alumnos, ya que depende mucho de cómo el alumno aprende o de su estilo cognitivo, de la edad de los alumnos o de si tiene por ejemplo, dificultades de aprendizaje o no.
Además, también va a depender de la materia que estemos impartiendo, ya que no es lo mismo la enseñanza de un idioma, que la enseñanza de las matemáticas, o de ciencias naturales.
Por lo tanto no podemos hablar del "mejor método" de enseñanza, sino de métodos más adecuados que otros para cada niño y cada materia.
Lo importante por lo tanto es que el proceso de enseñanza se adapte a las características individuales de los alumnos, a sus intereses, a las características del grupo aula y a las características del contenido a impartir.
Lo fundamental en un buen de un método de enseñanza, es que se centre en el alumno como motor del aprendizaje,
Mientras que hay métodos que se centran en el maestro o profesor como "fuente" de todo conocimiento y el alumno es receptor pasivo de contenidos, que tiene que demostrar a través de un examen un nivel de dominio de la materia hay otros métodos que se centran en la participación del alumno como directores del proceso de enseñanza aprendizaje, como puede ser el aprendizaje por descubrimiento, o el aprendizaje cooperativo.
Estos métodos buscan la participación activa y la motivación del alumno y partir de los propios intereses del alumno como motor de aprendizaje.
Sobre cuáles son los mejores métodos educativos para niños, o las mejores pedagogías, sólo podemos decir que son los que se adaptan al niño en concreto, sus características y sus necesidades.
Una metodología que motive al niño y le haga partícipe de su proceso de enseñanza- aprendizaje, que les enseñe a pensar y que busque que los niños se conviertan en el motor de la generación de conocimientos, y no en meros receptores de contenidos y sobretodo un método que busque que el alumno se divierta aprendiendo, y ¡siempre tenga ganas de más!