Los test psicológicos se utilizan para evaluar una o más de una de las diferentes áreas que forman parte de la psique de la persona.
Se han creado numerosos tipos de test psicológicos, los más usuales, según el contenido de lo que quieran evaluar son:
Test de Inteligencia: Quieren medir la capacidad intelectual, es decir, el potencial y la capacidad de adaptación y de utilización de diferentes estrategias, y la capacidad de almacenar y utilizar los propios recursos mentales.
Test de aptitudes: Aplicados principalmente en selección de personal, permiten evaluar la capacidad del individuo en aspectos concretos de la realidad y permiten predecir su efectividad y rendimiento.
Test de Personalidad: Evalúa los patrones de comportamiento, creencias, emociones y pensamiento con los que el individuo ve y actúa en el mundo.
Test Psicopatológicos: Permiten evaluar la presencia de trastornos o problemas mentales para poder realizar un diagnóstico más preciso.
Test Neuropsicológicos: Se aplica normalmente a personas que han tenido algún tipo de lesión o alteración que pueda haber dañado sus capacidades mentales, cognitivas y/o perceptivas, tales como traumatismos, ictus, demencias, etc…
Mide el alcance de esos daños.
Test de intereses o de vocación profesional: Realiza un análisis de las preferencias del individuo permitiendo una orientación vocacional o de intereses.
En nuestro ámbito clínico, los test psicológicos permiten al profesional disponer de una mayor cantidad de información de la persona en un menor tiempo, así como acceder a elementos difícilmente alcanzables por otras vías.
En la web del Centro Bonanova encontramos test de cribaje, esto es, breves cuestionarios que la persona responde sobre aspectos relacionados con el consumo de drogas, depresión, habilidades sociales, autoestima, impulsividad… y con los que puede conocerse mejor y detectar si existen síntomas o comportamientos que harían deseable una exploración en mayor profundidad.