El tiro defensivo tiene como prioridad la preservación de la vida.
Empezando por la del propio policía y de las personas que él juró defender así como de aquellas contra las cuales no hay necesidad de disparos.
En una ocurrencia policial el tiro, o sea el uso del arma es tenido como última alternativa después de agotados todos los medios de negociación y mediación de conflictos y ocurrencias policiales.
De esta forma el disparo dentro de la legalidad, observando los principios de la necesidad, oportunidad, proporcionalidad tiene como propósito.
Además de los que ya se han mencionado, intentar paralizar una acción violenta y desmesurada por parte de un agresor.
Contra la vida de alguien incluso la del propio y en el caso de que se produzca un accidente.
El tiro defensivo directo es aquel que, en un escenario de legítima defensa, propia o de tercero.
Es dado frontalmente en la región del blanco.
Para hacer cesar una agresión injusta, actual o inminente.
Puede, según veremos, tener otras modalidades clasificatorias.
Entre las cuales el tiro de contención, el tiro de intimidación, el tiro contra vehículo en movimiento, el tiro embarcado, el tiro mediato y el tiro de compromiso.