Los polígonos se pueden clasificar de diferentes formas, según estos criterios: Su número de lados Su forma Su medida La orientación de su forma.
Tomando las consideraciones mencionadas en cuenta, podemos distinguir entre los siguientes tipos de polígonos:
Polígonos regulares o irregulares.
Los polígonos regulares son aquellos que tienen los lados y los ángulos de la misma medida.
Ej.: Un pentágono regular o un triángulo equilátero.
Estos polígonos están igualmente proporcionados, haciendo que, a su vez, sean equiláteros y equiángulos.
Los polígonos irregulares, en cambio, son aquellos que no tienen todos los lados iguales, es decir, los que son asimétricos.
Ej.: un rectángulo, un triángulo isósceles o un trapezoide.
Polígonos según su número de lados.
Estos son los polígonos más comunes según el número de lados que los componen:
Triángulo: 3
Cuadrilátero: 4
Pentágono: 5
Hexágono: 6
Heptágono: 7
Octógono: 8
Eneágono: 9
Decágono: 10
Endecágono: 11
Dodecágono: 12
Tridecágono: 13
Tetradecágono: 14
Pentadecágono: 15
Hexadecágono: 16
Heptadecágono: 17
Octadecágono: 18
Nonadecágono: 19
Isodecágono: 20.
Polígonos simples o complejos.
Los polígonos simples son aquellos en que las líneas no se cruzan entre sí, es decir, los que no tienen rectas secantes.
Los polígonos complejos, en contraste, son los que sí tienen rectas secantes, formando uno o varios puntos de unión entre los lados que los forman.
Polígonos según sus ángulos.
Existe diferentes formas de clasificar este tipo de figuras geométricas según la medida de sus ángulos interiores:
Polígono cóncavo.
Este tipo de polígono es aquel que tiene un ángulo interior que mide más de 180º.
Polígonos convexos.
Se trata de aquel cuyos ángulos interiores miden todos menos de 180º.