Los polígonos son figuras geométricas cerradas por rectas que se unen entre sí, formando varios ángulos en sus vértices.
Los polígonos están formados por diferentes partes fundamentales que los componen, y que sirven para medirlos y estudiarlos en profundidad.
Las partes de los polígonos son: Lados, Vértices, Centro, Diagonales, Ángulos interiores y Ángulos exteriores.
Aquellas figuras geométricas que no tienen área, al no estar cerradas, no son polígonos.
Tampoco lo son aquellas que no se pueden presentar sobre una superficie plana.
Los polígonos se pueden clasificar de diferentes formas, según estos criterios: Su número de lados, Su forma, Su medida y La orientación de su forma.
Existe la clasificación de polígonos regulares o irregulares, según si tienen los lados y los ángulos de la misma medida o no.
También se clasifican por número de lados, como triángulo, cuadrilátero, pentágono, hexágono, heptágono, octógono, eneágono, decágono, endecágono, dodecágono, tridecágono, tetradecágono, pentadecágono, hexadecágono, heptadecágono, octadecágono, nonadecágono e isodecágono.
Además, se pueden clasificar como polígonos simples o complejos, según si tienen o no rectas secantes.
Los polígonos también se clasifican según la medida de sus ángulos interiores, en polígonos cóncavos y polígonos convexos.
La palabra polígono proviene del griego antiguo, donde la raíz -poli- significa varios, y -gono- significa ángulo.
Por lo tanto, por su etimología, un polígono es una figura de varios ángulos.