La memoria es fundamental en la vida cotidiana.
Sin embargo, a medida que las personas envejecen pueden advertir cambios en la capacidad para recordar cosas.
Frente a esto, una publicación de la Escuela de Medicina de Harvard ofrece algunas estrategias útiles para proteger y agudizar la mente.
Mantener fuerte la memoria: no dejar de aprender.
De acuerdo a la publicación, estudiar es una excelente manera de mantener la memoria fuerte al hacer que una persona adquiera el hábito de ser mentalmente activa.
Se cree que desafiar al cerebro con ejercicio mental activa procesos que ayudan a mantener las células cerebrales individuales y estimulan la comunicación entre ellas.
Una buena manera de comenzar a hacerlo, recomienda, consiste en adivinar los ingredientes mientras huele y prueba un nuevo plato.
Aunque parezca sorprendente, los mitos sobre el envejecimiento pueden contribuir a la mala memoria.
Los estudiantes de mediana edad y mayores obtienen peores resultados en las tareas de memoria cuando están expuestos a estereotipos negativos sobre el envejecimiento y la memoria, y mejor cuando los mensajes son positivos sobre la preservación de la memoria en la vejez.
La publicación de Harvard también sugiere aprovechar el uso de calendarios, planificadores o agendas para mantener al alcance de la mano información de rutina.
Además, eliminar el desorden de la oficina o el hogar permite minimizar las distracciones y, así, poder concentrarse en la nueva información que deseas recordar.
Cuando quieras recordar algo que acabas de escuchar, leer o pensar, repítelo en voz alta o escríbelo.
De esa manera, refuerzas el recuerdo o la conexión.
Si dejas tus pertenencias en un sitio diferente al habitual, dilo en voz alta para recordarlo.
Es mejor no repetir algo muchas veces en un período corto.
Espaciar los períodos de estudio es particularmente valioso cuando intentas dominar información complicada.
Los recursos mnemotécnicos son una manera creativa de recordar listas.
Por ejemplo a través de acrónimos u oraciones.