El intervalo de atención del ser humano es de 8 segundos, cuando a finales del siglo pasado era de 12 segundos.
Algunos expertos señalan que este fenómeno no se debe a que a que el ser humano sea menos inteligente ahora, sino que las personas están desarrollando múltiples tareas al tiempo.
Los efectos de esta situación pueden afectar la productividad y la correcta ejecución de las tareas, dar lugar a que las actividades queden inconclusas o que se invierta demasiado tiempo en una labor que no lo demanda.
Duerme lo necesario Recuerda que un cuerpo cansado no responde de manera efectiva a las obligaciones.
Haz listas de tareas Inicia tu día haciendo una lista de las tareas que debes realizar, priorízalas y define tus objetivos.
De esta manera, tendrás claridad sobre las actividades en las que debes centrarte.
Usa papel y lápiz Si bien es cierto que la tecnología puede facilitarnos la realización de algunas tareas, no dejes de lado la práctica de escribir.
Al hacerlo, tu cerebro se esforzará para concentrarse y recordar fácilmente datos a largo plazo.
Cuida tu salud mental Procura tener un estado que no sea excesivamente relajado, ni muy activo.
Cuando el cuerpo y la mente se encuentran bajo tensión, la capacidad de enfocarse en algo se reduce y en caso contrario, se pierde toda la capacidad de concentración.
Activa y entrena tu mente El ajedrez puede ser un gran aliado a la hora de desarrollar habilidades de razonamiento lógico y estratégico dado que exige una alta capacidad de análisis y toma de decisiones.
Inicia tus actividades académicas escuchando música La música estimula la actividad cerebral y cognitiva.
Sin embargo, en el desarrollo de tus labores evita sonidos de fondo, ya que estos pueden distorsionar la calidad de retención.
Elimina distracciones Una vez inicies tus tareas: silencia tu celular, aléjate de las redes sociales y evita ingresar a plataformas de entretenimiento o al correo, si no es necesario.
Establece un espacio adecuado para realizar tus tareas Ubica en este, los elementos que necesites.
Por supuesto, el orden es fundamental para mantener tu concentración.
Aliméntate saludablemente y toma agua Ten en cuenta que comer poco puede afectar tu atención o hacerlo en exceso puede causar indigestión o sueño.
Comparte tus horarios Mientras desarrollas tus tareas en casa, comparte tus horarios con las personas con las que vives.
Así evitarás que te interrumpan continuamente.