El tiempo de reacción es el tiempo que una persona necesita para responder a un determinado estímulo.
Este tiempo ha sido ampliamente estudiado, tanto en el ámbito deportivo como en la vida cotidiana, ya que sus implicaciones prácticas influyen considerablemente en muchas actividades motoras y cotidianas.
Por ejemplo, en el fútbol, un tiempo de reacción menor permite al portero responder más rápidamente a un penalti.
Un buen tiempo de reacción puede permitir a un conductor frenar rápidamente si un semáforo se pone en rojo repentinamente.
Los tiempos de reacción se ven influidos por muchos factores: la edad, el sexo, el estado físico, el cansancio, la distracción, el consumo de alcohol, el tipo de personalidad y el tipo de estímulo.
El tiempo de reacción se puede mejorar, y de hecho en muchos deportes una parte del entrenamiento se dedica a este importante aspecto.
En el atletismo, la capacidad de respuesta al estímulo auditivo del disparo puede asegurar milésimas de segundo muy valiosas para las prestaciones de 60 o 100 metros.
En el boxeo, un menor tiempo de reacción puede evitar un puñetazo, y en el tenis puede determinar la capacidad de responder a un saque.
Existe diferentes modelos de entrenamiento útiles para mejorar la capacidad de reacción.
OptoJump permite la ejecución de tests de pliometría como el Drop Jump: en este caso, es posible evaluar la capacidad de reacción del cuerpo a un estímulo físico, representado por la caída desde una altura variable.
Witty SEM permite la ejecución de muchísimos ejercicios útiles para mejorar el tiempo de reacción, como pueden ser los cambios de dirección después de un estímulo.