Los polígonos son figuras geométricas cerradas por rectas que se unen entre sí, formando varios ángulos en sus vértices.
Ej.: triángulo, hexágono, dodecaedro.
Los polígonos están formados por diferentes partes fundamentales que los componen, y que sirven para medirlos y estudiarlos en profundidad.
Estas son las partes de los polígonos:
Lados.
Son las rectas que hacen que el polígono esté delimitado y cerrado en una superficie bidimensional o plana.
Vértices.
Se trata de los nexos de unión en los que se juntan las rectas que componen un polígono.
Centro.
Es el punto del interior del polígono que se encuentra a la misma distancia cada uno de los lados y de los vértices.
Solo se encuentra en los polígonos regulares.
Diagonales.
Son rectas que se unen cada dos vértices dentro del polígono.
En lugar de unirse una a una, como los lados, las diagonales se unen de forma salteada.
Ángulos interiores.
Son la apertura que se forma entre los lados que están unidos por un vértice, y se encuentran en el área interior de un polígono.
Ángulos exteriores.
Son la apertura que se encuentra entre los lados por los que están anexados vértices, y están en el área exterior del polígono.
Aquellas figuras geométricas que no tienen área, al no estar cerradas, no son polígonos.
Tampoco lo son aquellas que no se pueden presentar sobre una superficie plana.