La normativa sobre chaleco reflectante nos obliga a ponérnoslo a todos cuando nos encontremos en una situación de emergencia, si, por ejemplo, nuestra moto ha sufrido una avería o ha tenido un accidente, debemos ponérnoslo al salir del vehículo y situarnos en la calzada o el arcén de una vía interurbana.
Hay que utilizarlo, en cualquier caso, incluso si abandonamos el vehículo y nos situamos tras un guardarraíl a la espera de recibir asistencia.
El chaleco es un elemento de seguridad preventivo, porque nos hace más visibles frente al resto de los usuarios de la vía, y permite que estos puedan percibir nuestra presencia con cierta anticipación.
Todas las personas que se apeen del vehículo están obligadas a usar el chaleco reflectante, y eso quiere decir que, si sólo se dispusiera de un único chaleco en el vehículo, sólo podría salir una persona y el resto debería permanecer dentro.
La DGT recomienda a los motoristas llevar siempre un chaleco, pero si no se dispone de él no te multarán.
Eso sí, si te ves obligado a detenerte en el arcén de una vía, no podrás abandonar tu moto y caminar por el arcén en busca de ayuda, porque en esa circunstancia sí te multarán por no llevar el chaleco.
No llevar el chaleco reflectante cuando es obligatorio hacer uso de él, conlleva una sanción de 200€, con lo cuales no es un tema que carezca de importancia.
La multa no devenga pérdida de puntos, afortunadamente, pero es una cuestión lo suficientemente importante como para no tomárnoslo a la ligera.
El chaleco reflectante es un elemento de seguridad.
En moto resulta aún más importante porque amplía y define de mejor manera la presencia del motorista en la vía, especialmente cuando circulamos en condiciones de visibilidad baja, permitiendo que nuestra presencia se pueda detectar con mayor antelación.