Mini bomba Imprescindible desde el momento que sales por la puerta de casa con la bicicleta.
En este caso, la Squeez II es válida para todo tipo de válvulas.
Puede alcanzar una presión de hasta 6 bar, tiene un mango en forma de T plegable y se puede fijar al cuadro gracias al soporte que viene incluido.
En el caso de que no te atrevas a llevar unos pedales 100% automáticos, unos pedales mixtos como estos Dual Sport son la alternativa perfecta.
La dureza del muelle es regulable y ofrece 4 grados de flotación o margen lateral, lo que permite un ligero movimiento del tobillo -ideal para cuando estás empezando en el ciclismo-.
En el caso de no llevar bomba, o como accesorio adicional, si quieres lograr inflados rápidos después de un pinchazo, los cartuchos de CO2 son perfectos.
Básica en el taller de cualquier ciclista, sobre todo a la hora de realizar los aprietes necesarios de componentes, según el par o torque indicado por los fabricantes en todo caso.
Otro clásico que no puede faltar en tu mochila, y que también te puede sacar de más de un apuro.
Una multiherramienta como la Pocket Gadget - F22 Stealth, denominada así porque, efectivamente, cumple hasta 22 funciones, incluida la de troncha cadenas.
Además, pesa poco más de 150 gr.