Para lograr un tiro preciso se presiona el disparador hasta el punto que se siente resistencia.
La postura de tiro es un factor de suma importancia para el tirador, de ella dependen desde el control del propio arma como la gestión de la fatiga.
En las disciplinas de tiro de precisión con arma corta la postura del tirador es de pie y se sostiene el arma con una sola mano.
Cuando está de cacería habrá momentos en que no podrá tener un soporte para su arma y necesitará asumir una de las cuatro posiciones diferentes para tiro: tendido, arrodillado, sentado o parado.
El tirador se enfrenta al blanco de lleno, los pies se colocan a la anchura de los hombros.
Un agarre firme y consistente, así como una empuñadura bien ajustada, es la base de una buena sujeción del arma en el disparo.
Son “básicos”, lo que indica que constituyen la base del tiro.
Tanto el tiro deportivo como el tiro táctico, o combate con un arma de fuego, implican algo, o mucho, más que el tiro, pero no serían nada sin el tiro.
La posición/postura que adopte el cuerpo, la forma en la que se configuren los músculos y los huesos, tendrá su repercusión en el tiro, no sólo en el control del retroceso del arma, y por tanto en la cadencia de fuego, sino también en la velocidad con la que se dirige el arma al blanco.