El chaleco Entropy está formado por una red de tubos que parecen las venas de un extraño animal cibernético del futuro.
Esos tubos están llenos de un material con cambio de fase, un compuesto químico que puede almacenar y liberar energía, un proceso que se produce al cambiar entre dos estados fundamentales de la materia.
Mientras está líquido, el chaleco se mantiene frío.
Pero en el momento en el que el usuario presiona un interruptor, el líquido empieza a cambiar su estructura, liberando calor a medida que la reacción avanza por el sistema vascular del chaleco, transformándose en un “gel cómodo de llevar”.
Yasin afirma que han modificado el perfil químico de este líquido para que no se solidifique del todo al activarse, lo que haría que el chaleco fuera excesivamente rígido sobre todo para actividades deportivas.
El gel se calienta hasta los 40 grados antes de empezar a enfriarse después de pasar 45 minutos.
Yasin asegura que este ciclo es ideal para "esos comienzos fríos en los desplazamientos en bicicleta al aire libre".
A medida que el cuerpo comienza a calentarse de forma natural por su actividad, el chaleco se enfría.
"Esto evita que te sobrecalientes y evita la necesidad de quitarte capas a mitad de tu camino", afirma Yasin.
El material es "infinitamente reutilizable", aunque su rendimiento puede degradarse un poco tras muchos años de uso.