Descansar el dedo sin hacer actividades que impliquen agarrar objetos repetidamente y usar durante un tiempo una férula por la noche para mantener el dedo extendido también puede ayudar a descansar el tendón.
Aplicar hielo en la palma de la mano varias veces al día o remojar la mano en agua tibia algunas veces diarias puede igualmente aliviar los síntomas.
Los esteroides pueden reducir la inflamación y permitir al tendón deslizarse libremente otra vez.
Este tratamiento puede ofrecer alivio a largo plazo y suele ser mejor para quienes tienen solamente un dedo afectado y presentan síntomas desde hace tres meses o menos.
Si la inyección ofrece alivio durante varios meses, pero los síntomas reaparecen, otra inyección podría ser útil.
La liberación de la polea permite al tendón moverse libremente.
Mover la aguja y el dedo afectado permite romper la constricción que impide el movimiento suave del tendón, y para realizar este procedimiento, los médicos normalmente utilizan la ecografía a fin de ver dónde está ubicada la punta de la aguja debajo de la piel.
Consulte con el médico sobre otros tratamientos para el dedo en gatillo, aparte de descansarlo.
En muchos casos, es posible corregir bien y sin riesgos la afección.