La palabra pistola se utiliza para la denominación genérica de cualquier tipo de arma corta, incluyendo revólveres, pistolas de un solo tiro, pistolas semiautomáticas, y pistolas de aire comprimido o de gas. Su diseño y calibre varía considerablemente, desde una pistola de percusión central del calibre .45 hasta las de aire comprimido de calibre .177(4.5 mm). En un revolver los cartuchos van alojados en un cilindro que gira a medida que se monta el martillo. El mecanismo es relativamente lento de accionar tanto en el amartillado como por el tiempo del disparo. El bloque del cerrojo es impulsado hacia atrás por la explosión del primer cartucho y a medida que lo hace el extractor saca la vaina vacía de la recamara y un expulsor la impulsa fuera de la pistola. Los diseños varían considerablemente, algunas tienen el cargador en la culata, otras debajo del cañón por delante del guardamonte, lo que produce lógicamente que los centros de gravedad también sean diferentes. Los ángulos de empuñadura varían desde los casi 90º del tipo militar a las de ángulo variable. La pistola de un sólo tiro solo se puede cargar un cartucho cada vez. Las pistolas para Tiro Libre son armas diseñadas para obtener la máxima precisión en las que únicamente se permite el uso de calibre .22 L.R. Las pistolas de aire comprimido y/o gas para el tiro deportivo solo esta permitido el calibre .177(4,5 mm) y con limitación de velocidad de salida del proyectil. En este tipo de pistolas la energía de impulsión de la bala se obtiene a partir del aire comprimido en una cámara por un cilindro que se acciona manualmente mediante una palanca de carga. Actualmente, en la mayoría de las pistolas de competición, la carga de aire o gas se obtiene de un deposito incorporado a la pistola, lo cual permite un elevado numero de disparos sin esfuerzo manual para la recarga.