Los chalecos tácticos son esenciales para militares, policías y deportistas de combate.
A la hora de elegir uno, el dilema suele ser el equilibrio entre protección y movilidad.
Dependiendo de la situación, un chaleco puede ofrecer mayor resistencia ante amenazas, pero limitar la agilidad del usuario.
Los chalecos balísticos están diseñados principalmente para ofrecer protección frente a armas de fuego.
Incorporan placas balísticas que pueden detener proyectiles de diferentes calibres.
El sistema MOLLE es muy versátil y está diseñado para llevar equipo y accesorios.
No está orientado principalmente a la protección balística, pero se puede personalizar con diferentes módulos y paneles para ajustarse a la misión.
El nivel de protección y movilidad en un chaleco táctico está directamente relacionado con la misión para la que se va a utilizar.
Los chalecos MOLLE o de porte bajo permiten al usuario moverse más rápido, aunque la protección es limitada.
La naturaleza de la misión dicta qué tipo de chaleco es el más adecuado.
Si se anticipa combate con fuego enemigo, la protección debe ser prioritaria, pero si el objetivo es moverse rápido y con agilidad, un chaleco más ligero es mejor.