La evidencia balística se usa para identificar el tipo de arma utilizada al cometer un crimen y otros detalles del crimen -por ejemplo, dónde se encontraba parado el tirador en relación a su víctima. La evidencia balística -incluyendo el residuo de pólvora, el ángulo de la trayectoria, la distancia del objetivo, las marcas de entrada y salida de la bala y el daño- es generalmente usada para reconstruir los eventos que tomaron lugar en la perpetración del crimen. Cuando un revólver se fabrica, surcos “llanos y hendidos” se crean dentro del cañón del arma. Estas aristas y hendiduras se conocen como “vetas”, y cuando la bala pasa por el cañón del arma, las vetas de éste dejan marcas características en la bala. Los expertos en balística conducen exámenes comparativos de dos balas para determinar si los patrones de las vetas concuerdan y si pertenecen a la misma arma. Esto puede ser útil en el proceso del juicio al identificar un sujeto basándose en la posesión del arma usada para disparar las balas que se encontraron en el lugar del crimen. La evidencia balística puede identificar si el arma usada en un crimen ha sido usada también en otro crimen en el que se descubre una evidencia balística idéntica.