La ventaja competitiva se define como la capacidad de mantenerse por delante de la competencia presente o potencial, las empresas desarrollan una ventaja competitiva cuando producen atributos que les permiten superar a sus competidores.
Las propias empresas necesitan plantear una serie de estrategias que pueda facilitar la identificación de esa ventaja competitiva capaz de abrir hueco frente a sus más directos competidores.
Estrategia de liderazgo de costos, las empresas pueden situarse por delante de sus competidores al desarrollar una campaña de precios atractivos.
Estrategia de diferenciación, la marca es probablemente el método más utilizado para diferenciarse una empresa de otra.
Estrategia innovadora, las empresas pueden adelantarse a la competencia al plantearse las cosas de manera nueva y diferente, se obtiene una ventaja competitiva a medida que se descubren y se ofrecen formas innovadoras de hacer las cosas.
Estrategia de Efectividad Operacional, algunas empresas simplemente hacen lo que hacen mejor que nadie, por ejemplo la compañía FedEx comenzó con una estrategia innovadora, continuando su liderazgo, incluso después de que docenas de otras compañías ingresaron en el negocio del envío nocturno, al hacerlo muy bien.
Estrategia de adaptabilidad, a medida que los mercados, las economías y otros factores cambian, si las empresas pueden adaptarse tienen una clara ventaja.
Estrategia de información, casi todas las anteriores estrategias se benefician de una excelente información, gracias al conocimiento y la información es posible saber de todo y sobre cualquier cuestión.
Estrategia de selección de proveedores, la selección de un correcto proveedor, añade un gran valor a la ventaja competitiva, procurar una cadena de suministro estable, solida y eficaz, es un factor clave para desarrollar los procesos de negocio de forma profesional y con gran rendimiento.