La inhibición, que es parte del control ejecutivo junto con la flexibilidad cognitiva y la memoria de trabajo, regula impulsos y comportamientos automáticos. En psicología se conoce como control inhibitorio y dentro de las funciones ejecutivas la inhibición desempeña un papel fundamental para regular respuestas automáticas. En cuanto a la inhibición en psicología, al hablar de qué es el control inhibitorio nos referimos a la capacidad de regular impulsos y controlar respuestas automáticas en un contexto determinado. Es esencial para adaptarse a situaciones cambiantes, mantener la atención y tomar decisiones adecuadas. Existen diferentes tipos de inhibición: Inhibición conductual: se refiere a detener un comportamiento impulsivo. Inhibición cognitiva: en este caso, sería suspender pensamientos o distracciones que interfieren con la tarea actual. Inhibición motora: o frenar movimientos automáticos ante un cambio en las reglas.
El control inhibitorio es fundamental en el desarrollo infantil y afecta al rendimiento académico, las habilidades sociales y el comportamiento cotidiano. Además, es importante tener en cuenta el control inhibitorio en las funciones ejecutivas. Según el modelo de control ejecutivo de Miyake et al. (2000), el control inhibitorio, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva forman un conjunto interrelacionado de funciones ejecutivas esenciales para la autorregulación y el control cognitivo.