La palabra línea, muy empleada en el tecnicismo militar, tiene diversos sentidos en estrategia, fortificación, balística y táctica, según los adjetivos que la acompañan.
Stricto sensu, la línea es el orden de formación adoptada por una tropa cuyas fracciones o elementos están colocados en el sentido del frente unos al lado de los otros.
Así como la columna es la formación más ventajosa para marchar y maniobrar, la línea es la que se adopta para el combate, pues permite obtener el máximo efecto del fuego con un mínimo de vulnerabilidad.
La línea de batalla es la disposición que afecta a las tropas de las diversas armas del ejército sobre el terreno para que se presten apoyo mutuo y protección.
La línea de batalla o frente de batalla suele confundirse con orden de batalla, en sus dos acepciones estratégica y táctica.
La línea de batalla está constituida en el acto en que un batallón coloca sus unidades extendidas sobre una misma línea; en que varios cuerpos de tropas se coloquen unos al lado de otros, poniendo sobre una misma línea sus centros de figura.
Una serie de batallones en masa constituyen línea de batalla, sin que sea preciso un objetivo determinado; pero lo es, y hay que suponer enfrente un enemigo, imaginario o real, cuando se dice orden de batalla.
La línea desplegada formación en dos filas, una detrás de otra, correspondiéndose cada hombre o elemento de la segunda con otro de la primera.
La línea de columnas formación adoptada por una tropa cuando se colocan sus diversas unidades formadas en columna, unas al lado de otras sobre un mismo frente.
La línea de masa formación táctica que se adopta para concentrar en un espacio reducido de varias unidades, y así, se dice por ejemplo, batallones en masa.
La línea de combate parte de la de un ejército o tropa en la que se ha generalizado el fuego.