¿Cómo mejoramos la precisión?

Roberto Badillo
2025-06-14 18:40:03
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La precisión en el mecanizado no solo depende del proceso, sino también de una inspección metrológica adecuada. Implementar tecnologías avanzadas de medición es fundamental para garantizar la calidad de las piezas.
Un código mal optimizado puede generar vibraciones, desviaciones y errores en las dimensiones finales de la pieza.
Utilizar software CAD/CAM avanzado: Programas como Mastercam, Siemens NX o Fusion 360 permiten simular el proceso antes de la ejecución, reduciendo imprecisiones.
Ajustar correctamente las velocidades y avances: Un mal cálculo en estos parámetros puede provocar deflexiones en la herramienta o sobrecalentamiento del material.
Aplicar compensación de herramienta: Incluir correcciones en el código G para compensar el desgaste y mejorar la precisión dimensional.
Optimizar las trayectorias de corte: Estrategias como el mecanizado trocoidal o la interpolación helicoidal minimizan esfuerzos en la herramienta y mejoran el acabado.
Implementar sistemas de medición en proceso: Sensores y palpadores como los de Renishaw permiten realizar mediciones durante el mecanizado y corregir desviaciones en tiempo real.
La estabilidad térmica del centro de mecanizado también es un factor clave. Modelos con compensación automática de temperatura y estructuras rígidas evitan deformaciones en largas jornadas de producción.
Herramientas de corte de alto rendimiento: Fabricadas en PCD (diamante policristalino) o CBN (nitruro de boro cúbico) para mecanizar materiales de alta dureza con tolerancias estrechas.
Recubrimientos avanzados: Opciones como AlTiN, TiCN o Diamante CVD mejoran la resistencia al desgaste y permiten mecanizar a mayores velocidades sin perder precisión.
Reducción del número de pasadas: En procesos como el rectificado de precisión, minimizar pasadas innecesarias reduce acumulación de errores y optimiza tiempos de producción.
Ajustar correctamente la herramienta y la estrategia de corte para evitar deformaciones.
Las tecnologías actuales permiten reducir al mínimo las desviaciones, pero el factor humano sigue siendo clave.
La experiencia del operario, el correcto mantenimiento de las máquinas y el control riguroso de los parámetros de mecanizado marcarán la diferencia en la fabricación de piezas de alta precisión.